jueves, 7 de octubre de 2010

I Edición del Carnaval de blogs de Educación Consciente y Crianza Respetuosa

Besos y Brazos ha decidido participar en la 1ª Edición del Carnaval de Blogs sobre una Educación consciente y crianza respetuosa, presentando este escrito sobre el tema propuesto: siendo mujer, ¿ es posible compaginar una carrera profesional con una crianza con apego?

Esperamos que ninguna de vosotras se sienta juzgada o criticada por nuestro artículo, no es esa nuestra intención sino todo lo contrario. Nos gustaría que os sintiérais identificadas con las situaciones que se describen, ya que también nos han ocurrido a algunas de nosotras.
Quizás todas juntas, algún día, consigamos cambiar esta realidad, y así no sea necesario ni siquiera formular la pregunta que nos plantean en el carnaval de blogs.

Este es nuestro artículo:



Desde luego, no es fácil compaginar tu carrera profesional con tu papel como madre, sobre todo si pretendes dar a tu hijo una crianza con apego.

El primer impedimento para ello es la escasa duración de la baja maternal en nuestro país, sólo 16 semanas, el mínimo recomendado por la OMS.
Cuando empiezas a acostumbrarte a ser madre y a disfrutar de ello después de los agobios e incertidumbres de los primeros meses, cuando ya está bien establecida la lactancia materna, es precisamente cuando debes reincorporarte al trabajo. Miras a tu hijo y te das cuenta de que solo tiene 4 meses, de que te necesita más que nada en el mundo porque su mundo eres tú, tan pequeño, tan indefenso…y se te parte el corazón solo de pensar que tienes que dejarle en la guardería 8 horas al día. Sí, allí hay muchos juguetes, muchos niños, mucho de todo…menos tú.
Evidentemente, en esta situación, la lactancia materna corre peligro de muerte y lo más normal es que efectivamente se acabe. En la guarde le darán su biberón y su puré, y si tienes suerte, admitirán que lleves tu leche congelada en bolsitas. En cualquier caso, echas de menos ese vínculo tan fuerte que se crea cuando das el pecho a tu hijo y le ves mirarte a los ojos mientras mama, todo felicidad.

Otro problema importante en la sociedad actual es el estrés al que estamos sometidos día tras día. Siempre con prisas, con horarios laborales muy extensos, no tenemos tiempo de nada, ni siquiera de prestar a nuestros hijos la atención que se merecen.

Trabajar, trabajar, trabajar para poder darles lo mejor el día de mañana, pero ¿qué pasa con el hoy? Siempre hay algo más importante que hacer que jugar con ellos, llevarlos al parque, sentarnos a leerles un cuento, dibujar o escuchar cómo nos cuentan con su lengua de trapo lo que han hecho en el cole ese día. Los dejamos en un lugar secundario, por detrás de las obligaciones cotidianas, y cuando nos damos cuenta han crecido, ya no quieren jugar, ni ir al parque, ni que les leas un cuento, y mucho menos quieren perder el tiempo contándoles a sus padres qué han hecho ese día. Entonces es cuando desearíamos poder recuperar el tiempo perdido, pero ya es demasiado tarde.

Las dificultades se acentúan cuando eres mujer y trabajas. Una mujer en una empresa es un problema en potencia, porque algún día se quedará embarazada y tendrá hijos, lo cual se traducirá en pérdidas económicas (como siempre, todo se reduce al dinero).
Durante el embarazo faltará algún que otro día al trabajo porque irá al médico, tendrá análisis que hacerse, se encontrará mal, o incluso puede que tenga un embarazo de riesgo y le manden reposo, con lo cual se cogerá la baja.
Cuando dé a luz, estará 16 semanas sin acudir a su puesto de trabajo, lo que supone otro contratiempo para la empresa.
Y después, cuando se reincorpore, también faltará algunos días porque su hijo se pondrá enfermo en la guardería.
Por todas estas razones, te sientes observada y juzgada en tu lugar de trabajo. Te da miedo decirle a tu jefe que te has quedado embarazada, porque sabes que a otras las han despedido por ello. Te da vergüenza pedir permiso para ir a recoger al cole a tu hijo enfermo (auque estés deseando salir corriendo a por él) porque sabes que al jefe se le acabará la paciencia…
También es verdad que hay empresas más respetuosas, que aceptan estas situaciones, pero en la mayoría de los casos si quieres vivir una maternidad plena, o bien has de pedir una excedencia y aparcar durante un tiempo tu trabajo y con ello tus aspiraciones a ese ascenso tan merecido, o directamente dejas de trabajar (las que puedan permitírselo en estos tiempos que corren).


Por eso muchas mujeres deciden retrasar el momento de ser madres hasta haber alcanzado sus metas profesionales, ya que hoy en día, parece que si tienes hijos no podrás llegar a nada en tu trabajo.

Para terminar, y al igual que empezaba esta reflexión, reitero que en la actualidad no es fácil desarrollar una carrera profesional paralela a una maternidad basada en el apego. Son muchos las dificultades que hay que salvar, y aunque no digo que sea imposible, a algunas nos resulta verdaderamente complicado conseguirlo.



Otra de nuestras socias, planteaba la siguiente reflexión:

Yo creo que el trabajo sí que influye en la crianza de los hijos, porque los niños necesitan estar con sus padres, y cuanto más pequeños son, más. Los niños necesitan un tiempo de calidad en cantidad.

Hoy en día hay centros muy bien equipados, con personal bien formado, pero que tienen a cargo de 8 niños (en las aulas de bebés) a 20/25 niños (en preescolar y primaria). ¿Así cómo se puede asegurar el correcto desarrollo del niño cuando los profesores no dan abasto? Además faltan las personas más importantes: los padres.

Luego está la misma sociedad capitalista, que nos empuja a consumir, consumir y consumir, y claro para eso hay que tener dinero, que se traduce en trabajar mucho. Lo que yo propongo es un cambio de chip, es difícil pero se puede hacer: hay que hacer una valoración de las cosas materiales que utilizas y ver de cuáles podemos prescindir, así con eso, auque ganemos menos, nos podremos permitir trabajar menos y a cambio ganaremos en calidad de vida en compañía de nuestros hijos. Nuestros hijos sólo serán niños una vez en la vida y deberíamos preocuparnos por pasar el mayor tiempo posible con ellos.

Esperamos que os haya gustado nuestra propuesta para el tema planteado, y si queréis enviarnos vuestras propias opiniones, estaremos encantados de recibirlas.

Besos y Brazos

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