Me llamo Mirian y tengo una hija de 5 años a la que todavía amamanto. La
gente, sobre todo la que está fuera de nuestro círculo, se cree que por llevar tanto
tiempo con la lactancia es que todo ha ido sobre ruedas. Pero no fue así: no me había
informado nada, puesto que al ser madre sola y además por sobrevenida, bastante tenía
con saber que estaba embarazada y tratar de organizar mi vida. Además yo confiaba en
el equipo médico, se supone que son los que velan por la salud, y dar el pecho es lo más
saludable.
El parto fue bien, pero tenía los pezones planos, así que salí del hospital con
pezoneras. Además tampoco tuve tranquilidad, porque mi madre y mi prima son
enfermeras y como pasaban tu tarjeta a todo el mundo tenía como a 15 personas en
la habitación todo el día. Pero aún así y todo la lactancia funcionó y estuve con las
pezoneras durante 8 meses hasta que un día se enganchó sola espontáneamente.
Cuando la niña cumplió los 6 meses y llegó el momento de introducir la alimentación
complementaria, otra vez hice caso a los consejos erróneos de la enfermera: la teta de
postre. Me bajó tanto la producción que me vino la regla.
Afortunadamente, a los 8 meses cayó en mis manos “ Bésame Mucho”, libro
que marcó un antes y un después en cuanto a la percepción de la crianza en general.
Casualmente, me salió un trabajo de verano, y cogiendo las web del libro, me puse en
contacto con La Liga de La Leche para que me explicaran cómo organizarme con la
teta. Empecé a darle el pecho primero y la comida después, aumentó mi producción de
leche y todo se normalizó. Seguí informándome mucho sobre crianza y lactancia en las
web que el libro reseñaba, lo que me resultó de gran ayuda para superar mi segundo
gran bache: el hipotiroidismo.
Me lo diagnosticaron cuando Leyre tenía 18 meses y el médico de cabecera me
dijo que con las pastillas tendría que dejar de dar el pecho…ni caso le hice ( si me
hubiera pillado con fuerzas le hubiera dicho algo, pero el hipotiroidismo da, entre
otros síntomas, mucho cansancio y mucha tristeza). Afortunadamente, mi endocrino
sí que está informada je,je. Desde que me lo diagnosticaron hasta que mis niveles de
hormonas se regularon pasaron 6 meses. Y en ese tiempo cada vez que me subían la
dosis me producía una retención de leche por sobreproducción. Y como a estas alturas
el sacaleches ya no me hacía nada, pues calorcito seco, ibuprofeno y perseguir a la niña
para que mamara…
Después de superar esto, no hemos vuelto a tener mayores problemas, hemos
pasado rachas mejores y peores, pero nunca hasta llegar a desear el destete.
Y sobre los comentarios de la gente, pues he oído de todo, desde el típico “¿ya le
toca?” de cuando era bebé, al “¿pero aún tienes leche?” “ya es muy mayor”, pasando
a los comentarios despreciativos que le hace algún maleducado directamente a la niña
(“¡marrana!”). Este último es el que peor llevo.
Pero también los hay positivos, de gente que te mira con buena cara, que te dicen “qué
bonito”, o que te cuentan que ellas dieron de mamar/mamaron hasta los X años.
Y hasta aquí mi historia con final abierto, porque me da que aún daremos teta durante
más tiempo,¡y tan a gusto!.
1 comentario:
Ole y ole, enhorabuena por esa lactancia...
Os dejo aquí el relato de la mía, he visto en la tribu que las quereis, y yo la he escrito hace poco... un beso!
http://lafamiliagarrapata.blogspot.com/2011/09/nuestra-experiencia-con-la-lactancia.html
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