Hola a tod@s.
Mi nombre es Gema y soy madre de tres pitufos maravillosos; Aimara de cuatro años y medio, y Hugo y Noa de catorce meses.
En mi primer embarazo, yo ya tenía muy claro que quería dar el pecho a mi bebé. Asistí a varias reuniones de “La liga de la leche” para informarme e intentar aclarar la infinidad de dudas que te surgen durante la gestación, y más si eres primeriza. Por fin, el 23 de Abril del 2007 una estrella cayó del cielo, mi princesa Aimara. Le costó muchísimo engancharse al pecho pero al final, después de mucho esfuerzo, por fin empezó a mamar. Yo sabía que algo no iba bien ya que me hacía bastante daño pero por más que la intentaba colocar de otra forma o cambiar de posición, cuando se enganchaba, me seguía doliendo. El primer día ya me salieron grietas que me duraron nada más y nada menos que tres meses. Acudí a varias reuniones de “La liga de la leche” para intentar ver que era lo que estaba haciendo mal, pero la posición era correcta y Aimara cogía bien el pezón. Durante los tres primeros meses lo pasé bastante mal; los pezones se infectaron bastante y el dolor era casi insoportable. También tuve una pequeña mastitis que por suerte la cogimos a tiempo, y no llego a más.
A partir de los tres meses, por fin todo empezó a mejorar y realmente empecé a disfrutar la lactancia. Aimara se destetó a los 18 meses más o menos, de forma natural. Poco a poco, fue dejando de mamar durante el día y finalmente también por las noches.
Con mi segundo embarazo, todo había cambiado. Me sentía bastante segura para dar el pecho, aunque me inquietaba bastante pensar si iba a ser capaz de dar de mamar a dos bebés a la vez o si iba a ser capaz de aguantar grietas con dos bebés. Aun así, mi instinto pudo con mis miedos, y con la llegada de Hugo y Noa todo fue bastante bien. A Hugo le costaba un poco engancharse porque tenía el frenillo corto, pero con mucha paciencia y cariño poco a poco fue cogiendo práctica y empezó a engancharse sin problemas.
La lactancia en tandem para mí ha sido una de las experiencias más maravillosas que he vivido. Hay una complicidad entre los tres que es difícil de explicar; me encanta ver como se miran y se comunican con la mirada, como se dan la mano mientras maman, como se acarician o me tocan el pelo....para mi es un regalo.
También han surgido algunas complicaciones durante esta segunda lactancia; una pequeña grieta debido a una mordedura de Hugo y una candidiasis del pezón muy dolorosa que me costó bastante tratar. Aun así, aquí seguimos alimentándonos mutuamente y disfrutando de este regalo tan maravilloso que tengo: el ser madre.
Quisiera, para terminar, dar las gracias a la asociación Besos y Brazos. Gracias a ella, he conseguido despertar en mí infinidad de inquietudes y sueños que permanecían dormidos, por miedo al rechazo y a la incomprensión. Gracias chic@s por todo lo que me habéis dado este año.
2 comentarios:
Gracias a tí por permitirnos pasar ratos contigo y aprender de tus experiencias... finalmente es aprendizaje en comunidad!!!
Dios mío! me he emocionado y todo... "alimentándonos mutuamente" con dos palabras has definido TODO lo que significa para mí la lactancia materna.
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