CONSEJOS, CONSEJOS, CONSEJOS
Pues mi experiencia como madre es que por lo visto todo el mundo sabe hacer las cosas mejor que tú, incluso los que no tienen hijos. Cuando nació Leyre como “tenía” pezón plano (luego averigüé que tenía el suficiente como para que se produjera el enganche) usé pezoneras, luego que si no la cojas tanto, que las papillas (porque por supuesto tenían que se papillas) antes que el pecho y hechas con leche de fórmula, que si las guarderías son buenísimas para los niños…
Una vez, aconsejada por mi tía de que pesara a la niña cada semana, no cogió el peso que “debía” coger, me agobié y llamé a otro familiar mío que era enfermera, que me dijo (o más bien me gritó): ¿ves?, ¡eso es por darle el pecho a demanda, se lo tienes que dar cada 3 horaaas!
Los buenos consejos empezaron a venirme cuando empecé a “bucear” por la crianza consciente, cuando conocí diversos foros, como el grupo virtual de la Liga de la Leche, Crianza Natural o Dormir sin llorar. Gracias a estos sitios empecé a hacerme más caso, a seguir mi instinto y a tratar a mi hija con el respeto que merece.
Yo no soy partidaria de dar muchos consejos, porque los consejos no pedidos abruman a la gente, y más si son madres recientes. Yo prefiero escuchar, y a no ser que tenga mucha confianza con la madre en cuestión o me pregunte directamente, prefiero no hablar mucho. Lo único que les digo es que sigan su instinto y busquen apoyo con otras madres afines a ellas, porque cuando la maternidad es compartida se hace mucho más llevadera, lo que da claridad de pensamiento y se puede tomar decisiones de manera más consciente.
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