1. Algunas mujeres no producen suficiente leche.
¡Falso! La gran mayoría de mujeres producen más que suficiente leche. De hecho, es común tener leche en exceso. Para la mayoría de los bebés que aumentan poco o bajan de peso, esto no se debe a que la madre no tenga suficiente leche, sino a que el bebé no está tomando la leche que la madre tiene disponible. La causa más común por la que el bebé no obtiene la leche es una inadecuada posición al seno. Por eso, es muy importante que le muestren a la madre, el primer día, cómo colocar al seno a su bebé adecuadamente, y que lo haga alguien que sepa lo que está haciendo.
2. Es normal que la lactancia produzca dolor.
¡Falso! Aunque durante los primeros días hay mayor sensibilidad en los pezones, ésta es una situación temporal que dura sólo unos días y no debería ser tan malo que la madre no desee amamantar. Cualquier dolor que sea más que leve no es normal, por lo general se debe a que el bebé no está colocado al seno adecuadamente. Si hay dolor en el pezón que no mejora en 3 o 4 días y persiste por más de 5 a 6 días, no debería ser ignorado. Una nueva sensación de dolor puede presentarse a pesar de que la lactancia está marchando bien y ésta es debido a una infección de Cándida Albicans. Limitar el tiempo del bebé al seno no previene la sensibilidad ni el dolor.
3. No hay (suficiente) leche durante los primeros 3 o 4 días posteriores al nacimiento del bebé.
¡Falso! Aunque así parezca, esto se debe a que el bebé no está lactando en forma apropiada y por lo tanto no está succionando bien la leche. Una vez que la leche materna es abundante, el bebé puede lactar deficientemente y aún así recibir mucha leche. Sin embargo, durante los primeros días, si el bebé no está colocado al pecho adecuadamente no puede recibir leche. Esto tiene relación con el decir "pero él ha estado en el seno durante 2 horas y todavía tiene hambre cuando lo retiro". Al no estar bien posicionado, el bebé recién nacido no puede obtener la primera leche materna, llamada calostro. Cualquiera que le sugiera bombear su seno para ver cuánto calostro tiene, no entiende de lactancia y debería ser cordialmente ignorado.
4. El bebé debe tomar durante 20 (10, 15, 7, 6) minutos de cada lado.
¡Falso! No es cierto que el bebé toma el 90% de la leche en los primeros 10 minutos. La lactancia materna siempre debe ser a demanda y sin reloj.
5. El bebé lactante necesita agua extra en climas cálidos.
¡Falso! La leche materna contiene todo el agua que necesita el bebé.
6. El bebé lactante requiere Vitamina D extra.
¡Falso! Excepto en circunstancias extraordinarias (por ejemplo si la madre tuvo deficiencias de Vitamina D durante el embarazo). El bebé almacenó Vitamina D durante el embarazo y cuando recibe sol en forma regular, obtiene toda la Vitamina D que necesita.
7. La madre debe lavarse los pezones cada vez que vaya a alimentar a su bebé.
¡Falso! La alimentación con fórmula requiere de una atención obsesiva en la higiene porque la fórmula no protege al bebé contra infecciones, lo expone a recibir bacterias y se contamina fácilmente. Por otro lado la leche materna previene contra infecciones. Lavar los pezones antes de cada toma complica este proceso natural y elimina los aceites protectores del pezón.
8. La extracción de la leche materna es una buena forma de saber cuánta leche tiene disponible la madre.
¡Falso! La cantidad de leche que se extrae varía por muchos factores, incluyendo el nivel de tensión de la madre. El bebé que se alimenta bien extrae más leche de la que su madre pueda extraer artificialmente. Extraer sólo le dice cuánto usted puede extraer.
9. La leche materna no contiene el hierro suficiente que necesita el bebé.
¡Falso! La leche materna aporta el hierro necesario para el bebé. Si el bebé nació a término tendrá suficiente hierro por lo menos hasta los primeros 6 meses de edad. Las fórmulas contiene demasiado hierro pero esa cantidad puede ser necesaria para asegurar que el bebé asimile lo suficiente para prevenir una insuficiencia de hierro. El hierro de la fórmula no es bien absorbido por el bebé y la mayoría es eliminado. Normalmente, no es necesario agregar otros alimentos a la leche materna antes de aproximadamente 6 meses de edad.
10. Es más sencillo alimentar al bebé con biberón o tetero que con el pecho materno.
¡Falso! O no debería ser cierto. Desafortunadamente la lactancia natural se hace más difícil por la falta de ayuda adecuada a la madre al iniciar este proceso. Un mal comienzo puede hacer difícil la lactancia, pero un mal comienzo se puede corregir, además la lactancia se mejora con el tiempo.
11. La lactancia ata a la madre.
¡Falso! Esto depende de cómo se lo vea. El bebé puede ser amamantado en cualquier lugar, momento, y más bien libera a la madre. Evita la incomodidad de cargar y preparar biberones o fórmula. No hay necesidad de preocuparse sobre dónde calentar la leche. No hay que preocuparse por esterilizar. Además, no hay por qué preocuparse de cómo está el bebé, porque el bebé está con usted.
12. Las fórmulas modernas son casi iguales a la leche materna.
¡Falso! Esto mismo se decía en 1900 y antes. Las fórmulas modernas solamente son similares superficialmente a la leche materna. Cada corrección en la deficiencia de las fórmulas son publicitadas como avances. Fundamentalmente son una copia inexacta basada en conocimientos incompletos y sin vigencia de lo que es la leche materna. Las fórmulas no contienen anticuerpos, ni células vivas, ni enzimas, ni hormonas. Contienen mucho más aluminio, magnesio, cadmio y hierro que la leche materna. Además, contienen mucha más proteína que la leche materna. Las proteínas y grasas son fundamentalmente diferentes a las de la leche materna. Las fórmulas no varían desde el comienzo de la lactancia hasta el final, o desde el día 1, hasta el día 7 o el día 30, o de mujer a mujer, o de bebé a bebé. Su leche está hecha en la forma requerida para alimentar a su bebé. Las fórmulas están hechas para que le sirvan a cualquier bebé, y por lo tanto a ningún bebé. Las fórmulas son exitosas solamente en hacer que el bebé crezca y se desarrolle bien, pero la lactancia materna abarca mucho más que lograr que el bebé crezca rápidamente.
13. Si la madre tiene una infección debe suspender la lactancia materna.
¡Falso! Con muy pocas excepciones, el bebé será protegido por la lactancia. Cuando la mamá tiene fiebre (tos, vómito, diarrea, etc.) ya le ha pasado la infección al bebé porque ella la ha tenido varios días antes de que ella misma supiera que estaba enferma. La mejor protección del bebé contra la infección es continuar tomando la leche de su madre. Si el bebé se enferma, estará menos enfermo si la mamá continúa alimentándolo. Por otro lado, puede ser que el bebé haya adquirido la infección y se la haya pasado a la madre, pero el bebé no se enfermó o mostró evidencias de la enfermedad porque él se amamanta del seno. Además, las infecciones del seno, incluyendo abscesos, aunque son dolorosos, no son motivo para suspender la lactancia materna. De hecho, la infección se acaba más rápidamente si la mamá continúa lactando del lado afectado.
14. Si el bebé tiene diarrea o vómito, la madre debe suspender la alimentación con leche materna.
¡Falso! La mejor medicina para una infección intestinal del bebé es la leche materna. Suspenda otros alimentos por corto tiempo, pero continúe alimentando a su bebé con leche materna. La leche materna es el único líquido que necesita su bebé cuando tiene diarrea y/o vómito, excepto bajo circunstancias excepcionales. Incentivar al uso de "soluciones orales para la deshidratación" es principalmente recomendada por los fabricantes de fórmulas para ganar más dinero. Por medio de la lactancia materna tanto el bebé como la madre se confortan.
15. Si la madre está tomando alguna medicina debe suspender la lactancia materna.
¡Falso! Hay muy pocas medicinas que no debe tomar mientras está amamantando a su bebé. En la leche aparece una mínima cantidad de las medicinas, y esa mínima cantidad no es motivo de preocupación. Si una medicina realmente es dañina, por lo general hay otras medicinas alternativas las cuales son de igual eficacia y que no son perjudiciales. El hecho de perder el beneficio de la lactancia tanto para la madre como para el bebé debe ser considerado cuando se analice si se debe continuar o no la alimentación con leche materna. Para consultar la compatibilidad de tu medicación consulta en: http://
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