ALBA, ERNESTO Y SAMUEL




Nuestra historia, la de Ernesto y Alba, empezó hace más de 10 años, pero la llegada de Samuel, hace casi uno, ha supuesto un antes y un después en nuestra familia.


Comenzamos buscando alternativas a los partos medicalizados, queria evitar una episiotomia a toda costa y gracias a una amiga, conocimos a nuestra ginecóloga, quien, efectivamente, respetó mi cuerpo durante el embarazo y mis tiempos durante el nacimiento de nuestro hijo.


La preparación al parto supuso un paso de gigante hacia el respeto por los bebés, la embarazada, las parejas, los espacios, los tiempos...
Fue un aprendizaje inolvidable, gracias a la directora del centro Khardaia.


Cuando Samuel decidió nacer, estuvimos preparados para ello, respiramos cada contracción, bailamos, dormimos, apretamos...no hubo sufrimiento, no hubo episiotomia, sólo hubo complicidad y acompañamiento.


Pensando que estaba todo hecho, comenzamos con la lactancia a demanda, y ahí fue donde surgieron graves problemas: No tuve un buen enganche, la posición no era correcta, nunca habia visto dar el pecho a ninguna mujer!!! Salieron las temidas grietas, nuestro hijo no subia de peso, pasé una mastitis terrible, no podia ni ponerme el camisón, ni coger a Samuel en brazos!!!! SE ACABÓ!


Finalmente, tras quince dias con una lactancia deficiente, decidimos pasar a la leche de fórmula, cuanto lloramos esa noche...pero sorprendentemente, no hizo más que tranquilizarnos, Samuel subió de peso, mis pechos se curaron, todos lucíamos una sonrisa de padres primerizos.


Diez dias despues de tomar la decisión de dar biberón de leche artificial para alimentar a nuestro hijo, intentamos relactarlo y funcionó a la primera!!!!
No me lo podia creer, mamó de una teta, mirándonos a los ojos, durmió, al despertar mamó de la otra y se volvió a dormir placidamente, feliz y contento como nunca y yo también lloré como nunca.


Aunque Samuel está a punto de cumplir un año, seguimos con la lactancia materna a demanda, ya que para mí es un orgullo y un placer alimentar a mi hijo y a él también parece gustarle, pero de esto hablaremos más adelante.


Queria contaros nuestra historia porque gracias a madres, doulas, enfermeras...fue posible dar el pecho a nuestro hijo, gracias al apoyo que encontré en mi pareja y en estas mujeres, pensé que era capaz de alimentar a mi hijo como han hecho todas las mujeres a lo largo de la historia de la humanidad, por lo menos, hasta hace 50 años, sino, nosotras no estariamos ahora aquí.


Es por esta razón por la que nos hemos decidido a crear la asociación, queremos y creemos que hacen falta apoyos a las mamás, a las familias, a los bebés...y esta es nuestra razón de ser.


Esperamos veros pronto.