martes, 28 de septiembre de 2010

Comienza la cuenta atrás!!!

4, 3, 2, 1...0!!!
Esos son los dias que nos faltan para comenzar nuestra andadura pública.
El Sábado 2 de Octubre tendrá lugar nuestro primer acto público como Asociación.
Como comentábamos en nuestro anterior post, nos parece una muy buena ocasión el Desafio Quintessence de Lactancia Materna, o lo que es lo mismo, una TETADA en toda regla :)

Hemos pensado que un buen sitio sería la Plaza del Teatro, de Navalcarnero, es una plaza de paso contínuo, ya sea porque debajo está el parquin subterráneo, como porque es una de las entradas para la grandiosa Plaza de Segovia, el centro neurálgico, vamos.

Esta mañana hemos puesto algunos carteles promocionando el acto en la zona de la Dehesa, espero que algunas de las personas que esteis entrando al blog sea porque los hayais visto y querais saber de que van estos de Besos y Brazos :)

Posteriormente haremos una charla/debate/mesa redonda sobre "Los beneficios de la lactancia materna", aún no podemos deciros donde será porque el ayuntamiento sigue sin comunicarnos la sala en cuestión, esperemos que nos informen en breve...

Bueno, pues, esperamos veros allí sobre las 11 de la mañana!!!

jueves, 16 de septiembre de 2010

El Desafio de la Lactancia Materna de Quintessence


Hola a todos, como hemos publicado en Facebook, nos hemos hecho eco de una convocatoria de mamás lactantes a nivel mundial, que justamente se celebra el día de nuestra primera charla, el 2 de Octubre, como celebración de la Semana de la Lactancia en España (la primera semana de Octubre), así pues, creemos que podría ser una muy buena oportunidad para sumarnos al Desafio!


Os dejamos la traducción.


Desafio Mundial de lactancia materna 2010


En 2001 el Desafio de la Lactancia Materna de Quintessence (Quintessence Breastfeeding Challenge) comenzó en la provincia canadiense de British Columbia con 856 bebés y sus madres en 26 lugares.

El año pasado habían 4.766 bebés en 246 lugares de 21 paises. Todos ellos se “engancharon” a las 11 am, hora local.

Este año, El desafio de la lactancia continúa creciendo globalmente al sumarse gente que apoya la lactancia materna y la donación de leche humana.

Lucy Mills contactó conmigo con el requerimiento de que pasara esta invitación a las madres de Iowa en el área de los Cedar Rapids que quisieran adherirse al desafio. Como he mencionado, hay un lugar especial en mi corazón para Iowa y sus mamás/bebés por los muchos años que pasé en la cálida cultura del Medio Oeste. Me parece que podría ser la oportunidad perfecta para recordar a todos, en cada lugar de la tierra (con acceso a internet, claro), sobre el Desafio Mundial de la Lactancia Materna de Quintessence que tendrá lugar POR TÍ en 2 de Octubre.

Mira más abajo los detalles de cómo encontrar el lugar del desafio más cercano a ti,o para registrarte y acoger el tuyo propio. Celebremos todos el verdadero goce de la leche humana para los bebés humanos!!


Atención a todas las Madres Lactantes

Sea parte del Record del Desafio Mundial de Quintessence

Sábado, 2 de Octubre, 2010 at las 10.30 am

“Engancha y cuenta” a las 11 am


El desafio es poder reunir la mayor parte de madres lactantes simultaneamente en un área geográfica determinada – provincia, territorio, estado o país según el porcentaje de nacimientos.


Para más información: Encuentranos en Facebook!


Contacta con Besos y Brazos en besosybrazos@gmail.com

Habrá lugares de
todo el mundo!


Ven a dar soporte a la lactancia maternal!




Más información sobre la Fundación Quintessence

Como funciona el Desafio:



Qué: El desafio de la lactancia maternal es una “competición” divertida donde cada niño “gana” ya que son alimentados con pecho. Es un evento donde el desafio consitiste en determinar en que área geográfica (provincia, estado, territorio) tiene más bebés alimentados con pecho materno, según el porcentaje de nacimientos, “enganchados” a las 11 am hora local.


Cuando: 2 de Octubre, 2010


Porque: Para celebrar la lactancia materna y los bancos de leche, y promocionar, proteger y dar apoyo a las mujeres lactantes y sus familias. Es una oportunidad para educar y apoyar de forma social y divertida.


Lugares: un centro de salud, un hospital, una cafeteria, centro commercial o cualquier avenida...


Número: 2 -??


“Enganchados” a las 11 am hora local. Algunos de los lugares cuentan con pocas mamás lactantes que se juntan para “contarse” y verse, mientras que en otros hay muchas más y organizan eventos, como comidas, charlas, puertas abiertas, educación, etc. El evento depende de TI!


Registro: Online y gratuito (con opción de impresión y correo electronico) Visita: BabyFriendly.ca

Si quieres leer más sobre: Quintessence World Breastfeeding Challenge


Si te gustaria que tu lugar se liste en esta página para rectores de Peaceful parenting, envíanos un email con tus detalles a : peacefulparents {at} gmail.com

miércoles, 1 de septiembre de 2010

La necesidad de los circulos de mujeres

Queremos hacerlos partícipes de un texto escrito por Ileana Medina Hernández del blog (Tenemos tetas) que resume muy bien el porqué de esta Asociación y la importancia de este tipo espacios en el que las familias, los bebés y los niños, pero sobre todo las mujeres, tienen un sitio donde poder sentirse arropadas, no juzgadas, queridas, escuchadas y alentadas.

Porque criar hijos es todo un reto en estos dias y en esta sociedad de consumo, donde priman las prisas, alcazar objetivos para poder tachar de la lista lo que van consiguiendo nuestros hijos y qué poco tardaron en hacerlo, en donde hacerse (falsamente)independientes y (ma)duros es lo más importante.

Ya nadie se pregunta por qué se comportan así nuestros pequeños y hace tiempo que olvidamos a la Madre Naturaleza, que nos parió como Mamíferos.

NOS NECESITAMOS UNAS A OTRAS

Por Ileana Medina Hernández

“He estado releyendo la historia de lactancia prolongada que publiqué en el post anterior, y luego he descubierto la que sobre los inicios de su lactancia cuentaCristina Pemán, en su blog Madres Rebeldes.
Mientras más conozco historias de este tipo, más me pregunto cómo es que, finalmente, muchas madres logramos amamantar en un entorno cómo este. No me curo de espanto, no dejo de asombrarme. No deja de ser un milagro que existan lactancias, largas o cortas, dadas las circunstancias.
Basta con leer la historia de Cristina, para saber por qué triunfa la industria del sucedáneo. No es culpa de las madres, claro está. Si la realidad fuera la que describe Irene en su post, no necesitaríamos ser heroínas ni sabias, solamente necesitaríamos dejarnos llevar por la naturaleza y el instinto.
Cristina da un consejo aragonés: No reblar, no retroceder, no cejar en el empeño. Pero es que no cejar ante tamaños obstáculos, puede ser sencillamente misión imposible.
Te encuentras con la cesárea, con la separación en el hospital, con las pezoneras, con los sacaleches, con los comentarios de todo tipo… No cejas. Sigues insistiendo. Pasa una semana, aparecen las grietas, las mastitis (¡el único especialista español en mastitis es un veterinario!)… Pasan dos semanas, vas al pediatra y te dice que tu hijo no ha subido de peso, y que hay que dar un “refuerzo”. Logras hacer oídos sordos a la recomendación del pediatra y a la de todo quisqui que te dice que no sigas… Pero tú, no reblas. Pasa el primer mes, y al fin, sientes que tu pecho ya no te duele. Estás agotada, no duermes ni dos horas seguidas, tu marido ha vuelto a trabajar y te pasas todo el día en casa sola con el niño, sin peinarte y sin vestirte, sin poder soltar al niño porque llora, sin poder ni hacerte de comer, con vecinas que te ”aconsejan” que lo dejes llorar pero que no te acercan un plato de sopa… Pasan dos meses, y al fin, tu oferta de leche se regula a la demanda del niño, y ya no chorreas leche por doquier, ni necesitas discos de algodón. Empìezas a respirar.


Llega el cuarto mes, y al fin, sientes que la lactancia puede ser un placer. Que ha valido la pena llegar hasta aquí. Has aprendido a conocer a tu bebé, ya está más “durito” y ríe a carcajadas, y quizás hasta aguanta tres horas entre toma y toma. Comienzas a disfrutar de la maternidad, y entonces, tachán tachán, toca volver al trabajo. La separación por la mañana te deja una angustia en la boca del estómago que no se te quita en todo el día. Te sientes como una piltrafa. Tienes que ir a sacarte leche al baño de la oficina. Ese puto sacaleches no va contigo. Por la noche, no vales para nada. Necesitas descansar, porque tienes que levantarte a las 7 de la mañana para irte al trabajo. Imposible. ¡Con lo fácil que es darle un biberón repleto de leche con cereales a ver “si aguanta más”!

Lactancia concluida, me rindo. No puedo más. Que no me pida nadie más, por favor. El bebé se enferma: somatiza las largas horas de separación, acusa la falta de defensas de la leche materna, no sale de una otitis para entrar en una bronquitis… tengo que faltar al trabajo, el jefe me va a echar.

O no, tengo suerte y apoyo, y descubro que es posible trabajar y seguir amamantando, que la lactancia es un placer mucho más allá del alimento, que es un modo excelente de resarcirnos por las largas horas de separación, que quiero amamantar hasta que a los dos nos dé la gana, que lo protejo de las enfermedades de guardería, que estamos disfrutando: y entonces todos los aguafiestas de turno te dicen que hasta cuándo, que si no te da vergüenza, que va a mamar hasta que vaya a la universidad, que traerá problemas en el futuro, que lo estás “malcriando”….

Algo está mal en todo esto. Y no es dentro de nosotras las madres. Es desde luego el sistema. Y es el sistema el que hay que cambiar. Insisto, insisto, insisto a lo largo de todos los artículos que he escrito en este blog: las mujeres teníamos que llegar al sistema laboral para cambiarlo. Las mujeres teníamos que acceder al conocimiento (más importante el derecho a saber que el derecho al trabajo, que al fin y al cabo no es más que el derecho a que se nos explote como mano de obra), acceder a la cultura, al conocimiento -hasta ahora bien oculto- sobre cómo funcionan nuestros propios cuerpos y cómo funcionan los bebés humanospara cambiar el sistema laboral, productivo y social y hacerlo más humano, compatible con la crianza y el bienestar de los bebés y los niños pequeños.

En eso, deberíamos estar todas de acuerdo. Dejar de “sentirnos atacadas”, dejar de criticarnos unas a otras, dejar las batallitas entre las “que dan biberón” y “las que damos pecho”, entre las “orgullosas profesionales” y las “talibanas de la teta”, y trabajar todas juntas para transformar el sistema productivo-laboral.

Nos necesitamos unas a otras: necesitamos a las mujeres que están en los puestos directivos, a las que tienen influencia política, a las que dirigen empresas, a las intelectuales, a las periodistas, a las investigadoras científicas, a las maestras, a las profesoras universitarias, a las pediatras, a las matronas y a las psicólogas, a las obreras y a las limpiadoras, a todas las que trabajan largas jornadas y saben bien que el precio de no estar con sus hijos es demasiado alto: ¡las necesitamos para darle un vuelco el sistema!
Necesitamos a las otras: a las que interrumpen sus carreras y se quedan en casa varios años cuidando a sus hijos, a las que logran amamantar durante 5 ó 6 años, alas que hacen pasteles y eligen cada día la mejor comida sana para sus hijos, a las que se atreven a educar a sus hijos en casa, a las que tejen primorosas mantas, a las que cultivan una huerta ecológica, a las que comparten la cama con sus hijos, a las que esperan con la comida tibia y el abrazo disponible, a las que después de hacer carreras con sobresaliente cum laude
mandan todo a la mierda y se van a un pueblo a plantar tomates y cuidar de su familia, a las que aceptan trabajos muy por debajo de sus capacidades para poder cuidar de sus hijos; a las ”talibanas” de la teta, el colecho, el apego, el porteo y la “maternidad perfecta”; a las “espirituales” que nos muestran hasta dónde podemos llegar si nos lo permitimos y creemos en nosotras mismas; a las “sacerdotisas” que nos enseñan los secretos ocultos de la femineidad y la maternidad, las honduras que desconocemos de nosotras mismas; a las amas de casa sencillas que se quedan en casa haciendo malabares para llegar a fin de mes…¡las necesitamos para cambiar el sistema!
Necesitamos también a los hombres: a los amantes, a los amigos, a los padres de nuestras criaturas, a los que se quedan cambiando pañales, y a los que curran 15 horas al día para que no “nos falte de nada”. A los sensibles, a los que quieren crecer, a los que quieren un mundo más humano. (Y ya no sigo, que sino esto va a parecer un anuncio de Coca Cola).
Necesitamos equilibrar la balanza. Lo que no es posible ni humano es que todos, hombres y mujeres, trabajemos de sol a sol como mano de obra esclava, mientras nuestros hijos se crían solos, comemos comida basura, no tenemos tiempo ni para respirar, carecemos de vida íntima y nadie calienta el fuego del hogar.
Nuestros hijos merecen compañía, familia, afecto, comunicación, alegría, comida saludable. Nuestros hijos merecen un hogar donde nutrirse física y emocionalmente, donde ser respetados y queridos, donde no se hable de rendimiento ni de competitividad, sino de amor y libertad.


El futuro lo merece. Trabajemos todos, juntos, para ello.”